Читать книгу Per la reixeta. Sol·licitació sexual en confessió davant la Inquisició de València (1651-1819) онлайн

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També enumera María les dones del poble sol·licitades, i que

la costumbre de dicho Cura es hir persiguiendo las mugeres de dicho lugar, y en hallarse solo con alguna, sea en su cassa propia del Cura o de la muger, es importuno hasta conseguir lo que quiere, y lo menos, quanto más no puede, es tomarla de la mano, y encaminándola a sus partes impúdicas, haze con fuerça que con la mano de la muger, cogido su miembro, a meneos y tactos, derrama, y que esto a la testigo le ha sucedido hasta unas doze veces, y que esto es común con las demás.

María Castillo és la següent, també sol·licitada en confessió «a actos torpes y carnales». La primera volta el rector li havia demanat: «¿Quando estás en la cama, me deseas? Yo te quiero mucho, y estoy pensando mucho en tú; quisiera llegar a tus partes, tus pechos me los quisiera engullir, no sé qué me tengo que quando te veo, se me va el espíritu, ¿quieres que vaya a tu cassa y tendré parte contigo?». Ella intenta dissuadir-lo, però ell hi torna: «Mira que me estoy desasiendo, yo quisiera que me dieras un beso, porque siempre que te veo me lo estoy tocando». I això no és metàfora, diu la testimoni, ja que «advertía que allí mesmo, en la silla del Confesionario, al tiempo de dicha solicitación y expresión de las referidas palabras, tenía la mano puesta el Cura en sus propias partes, a saber, es del mesmo Cura teniendo tactos impuros consigo».

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