Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн
150 страница из 173
Con Julián fue diferente a pesar de tener la polla más grande y ser más alto, se sentó y me hizo sentarme en su polla, pero era tan alto y fuerte que no hacía falta que yo me moviese, pues él me manejaba como si fuese un muñeco, me folló a su ritmo y me dio tanto placer que me corrí mientras lo hacía y él al ver que estaba corriéndome encima, también se corrió dentro de mi culo.
Al terminar salimos, su compañero había hecho hamburguesas para los tres, nos sentamos a comer y en medio conversamos de la experiencia, pues había sido el primer culo que se habían follado y estaban encantados de repetir, porque les había gustado lo perra que yo era. Yo solo pude reír, pues me había quedado muy a gusto de haberme follado esas dos pollas.
El Tieso seguía sin aparecer, ni llamar, pero quería seguir teniendo morbos con mi amigo Julián, entonces le quité una columna a la rejilla de mi ventana y cada vez que mi madre dormía y Julián cerraba el negocio, lo entraba a mi habitación para poder follar con él, pues me gustaba muchísimo, disfrutaba de su polla y a él, le encantaba mi culo, empezó a chupármelo y follármelo cada vez mejor, entre los dos había una complicidad mutua y después de cada follada nos fumábamos un porro y nos dormíamos, hasta que él podía volver a salir para coger el transporte, mi madre jamás se llegó a enterar.