Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн
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En las madrugadas de diciembre de 1999, nos levantábamos todos felices, ya que escuchábamos los villancicos en el programa de la radio, sin saber que nuestras vidas iban a cambiar para todos. Nuestra cena de fin de año fue un hot dog especial. ¿Qué le hacía especial?: ¡Que tenía tocineta*! Lo partimos en tres partes y una Coca-Cola para los tres, oramos y le pedimos a Dios que el próximo año fuese mejor que el anterior y nos fuimos todos a dormir hasta las cinco de la mañana que mamá despertó vomitando sangre.
Era absurdo, nadie pudo dormir ese día, pero todo volvió a su cauce, hasta tres meses después, cuando nos dimos cuenta de que mamá estaba embarazada, porque su barriga empezó a crecer, como era natural en su estado. Un día mamá fue al médico y nos llevó a mi hermana y a mí a la consulta, sin duda le confirmó que era positivo, que tenía seis meses de embarazo y que eran dos bebés.
Ese día fue sin duda imborrable para todos, esa misma noche mi madre quedó hospitalizada, la confirmación del embarazo y que en vez de uno iban a ser dos, le había superado. Me di cuenta de que mi hermana y yo éramos bastante vulnerables y eso me dolió mucho, sentí que no era capaz de protegerme y muchos menos a mi hermana y a mi madre. Al no tener ningún familiar a quien llamar, debían avisar a Bienestar Familiar, para que se hiciera cargo de nosotros, como pude, pedí una moneda a una persona y llamé a una vecina, porque mis padrinos no le hablaban a mi madre desde que sabían que estaba embarazada.