Читать книгу Mercados del lujo, mercados del arte. El gusto de las elites mediterráneas en los siglos CIV y XV онлайн
170 страница из 265
El esqueleto de la encuadernación de lujo –dos planchas rectangulares, de entre 1’5 a 3 cm de grosor, un poco más anchas que los cuadernos–responde a una operación de cálculo preciso: el sistema decorativo es producto de la acumulación de materiales robustos, de naturalezas diversas que requieren tipos de fijaciones propios. A veces, las tapas se excavan para que los relieves en bulto –metal, esmalte o marfil–puedan asegurarse. Las tapas exigen el cálculo previo del peso de la decoración y el del libro y calibrar las tensiones creadas por un sistema de anclajes variado como el que imponen materiales tan heterogéneos, para lograr que sean un armazón resistente y, al mismo tiempo, funcional para un objeto que abre y cierra y que se manipula siguiendo grados de inclinación variables, aunque otros elementos –almohadas, cojines y atriles–puedan corregirlos. Todo un aparato suntuario periférico a la encuadernación e incluido en el libro aumenta considerablemente la balanza y genera nuevas tensiones internas y externas: los registros de lectura, arriaces, camisas y sobrecubiertas.