Читать книгу Mercados del lujo, mercados del arte. El gusto de las elites mediterráneas en los siglos CIV y XV онлайн

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Considerar la importancia de los lapidarios cristianos al analizar estos objetos ligatorios que son los libros litúrgicos y de oración, mayoritarios en los inventarios reales y nobiliarios, destinados a representar la piedad, a expresar las virtudes y a escenificarlas, es imprescindible. A lo largo del siglo XII, las propiedades y facultades de las piedras dejan de vincularse al zodiaco, a sus capacidades curativas y, abandonada la tradición pagana de origen pliniano, las gemas son reinterpretadas desde una significación cristiana como representaciones y símbolos religiosos. La abundancia y el éxito de estos lapidarios medievales manuscritos –traducidos del latín al francés, pasados a la imprenta–obliga a considerar que la decoración de los libros sagrados y litúrgicos puede obedecer a un programa simbólico. Estas encuadernaciones serían un emblema religioso complejo intensificado por el ordo colorum litúrgico en las vestiduras sagradas de las que la encuadernación textil forma parte. Inocencio III (1198-1216) a partir del Cantar de los Cantares propone en De sacro altaris mysterio unas normas prácticas de uso de cinco colores –blanco, rojo, negro, verde y morado–que siglos más tarde, con Pio V en 1570, se oficializarán para expresar los misterios de la fe y el sentido progresivo de la vida cristiana en el curso del año litúrgico.ssss1

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