Читать книгу Mercados del lujo, mercados del arte. El gusto de las elites mediterráneas en los siglos CIV y XV онлайн

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La incorporación de telas exóticas, habitual en una sociedad mestiza, es también en el libro un recurso del lujo. La seda morisca estampada con leones cubre un Cancionero en francés en pergamino de Martín I.ssss1

El terciopelo es el favorito a partir del inventario de Juana de Castilla, aunque entre los libros del conde de Benavente aparece en dos ocasiones. Esa tela de seda, velluda y que se llamó así porque comúnmente se hacía de tres pelos aunque los hay de 4 y de 2 (Terreros), tiene variantes como el altibajo, que denominaba al que iba labrado y que ya en el XVIII se consideraba un tipo de terciopelo antiguo. Su resistencia le convierte en la tela más usada para el exterior mientras el cetí, una seda que Terreros Pando define como un tipo de seda muy blanca de Valencia y que, sin embargo, aparece preferentemente en color negro o carmesí, se usa para forros y fundas. Terreros lo define en pretérito y su desuso lo confirma el que Covarrubias no lo recogía.

Los colores dominantes son el carmesí, el verde, el morado, el rojo. El oro se marida con todos ellos. Varios baños de tinte se precisan para lograr el negro, lo que lo convertía en un signo de riqueza por su precio. El primero con agallas, el segundo con un extracto de zumaque y un tercer baño con índigo.

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