Читать книгу Mercados del lujo, mercados del arte. El gusto de las elites mediterráneas en los siglos CIV y XV онлайн

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Adornos y apliques sobre las cubiertas forradas ofrecen nuevas posibilidades al lujo y se refuerza el lenguaje suntuario con el empleo de materiales diferentes, de resistencias distintas. El textil o el cuero, que se adaptan a los planos de madera vistiéndolos, el metal –oro y plata–superpuesto, aporta resistencia y embellece: su función es la misma que la de la armadura del caballero o el peto de la dama, que protegen, ocultan y, más que nada, proclaman su riqueza y su linaje. Se vuelven en signos parlantes.

Los tejillos, son láminas delgadas y planas oro o de otro metal. El oro se trabaja y el tejillo sirve así para exhibir las armas. Los breviarios de Juana de Castilla tuvieron el fin de mostrar su procedencia: realizados en hilo de oro tirado, un tejillo porta, en relieve, esmaltadas en rosicler y blanco las armas de Aragón y de Sicilia en uno y las de Castilla y León en otro, sumándose a las flechas que, como divisas, ostentaban los cabos de las hebillas del cierre en oro con las puntas esmaltadas en blanco y negro y a las que, miniadas, adornaban las imágenes del manuscrito en pergamino. En un misal rico, mixto impreso y manuscrito, con escudos, cabos y charnelas de oro esmaltado en colores, se concentraban las armas de Castilla, Aragón y Portugal.ssss1

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