Читать книгу Mercados del lujo, mercados del arte. El gusto de las elites mediterráneas en los siglos CIV y XV онлайн

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Una simple sarga amarilla hace las veces de funda para una encuadernación heráldica, textil, guarnecida de plata y esmaltes, de un libro de fiestas de la condesa de Benavente; sin embargo, su colección ofrece un ejemplo magnífico del uso de la funda como emblema de virtudes de la propietaria: la representación de la duquesa apartando de si los placeres y los instrumentos.ssss1

La Biblioteca Real de los Países Bajos conserva un camisa de terciopelo rojo, adornada con borlas rojas entretejidas con coro y broche de plata. Sobrepasa el libro unos dos centímetros y medio y se sujeta a él solo con su propio cierre. Preserva unas Horas que por su iluminación se consideran valencianas, c. 1460, en vitela de 1460, encuadernadas en un sencillo cuero marrón con hierros.

Cetí y terciopelo son los textiles más usados para confeccionarlas. Van forradas y los inventarios especifican también ese material: «terciopelo forrado de cetí», «cetí con forro de lo mismo». Se adornan con bordes de telas que las ensamblan mejor con las encuadernaciones para crear un objeto de lectura única. Ese color excelente, encendido y de larga conservación, el carmesí, es uno de los favoritos entre las fundas de Juana de Castilla.

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