Читать книгу Dios te salve, Reina y Madre. La Madre de Dios en la Palabra de Dios онлайн

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¿Lo has captado? Dios no es como una familia: es una familia. Desde la eternidad, sólo Dios posee los atributos esenciales de una familia, y sólo la Trinidad los posee en su perfección. Los hogares de la tierra tienen estos atributos, pero imperfectamente.

LA DIVINIDAD ES, COMO LA DIVINIDAD OBRA

Pero la trascendencia de Dios no deja a la creación sin ninguna pista de Él. La creación nos dice algo acerca de su creador. Una obra de arte siempre revela un rastro del carácter del artista. Por eso, podemos aprender más acerca de quién es Dios, observando lo que hace.

El proceso funciona también a la inversa. Podemos aprender más acerca de la creación, la redención y las obras de Dios, estudiándolas a la luz de la auto-revelación divina. Puesto que la Trinidad revela la dimensión más profunda de quién es Dios, revela también el sentido más profundo de lo que hace Dios. El misterio de la Santísima Trinidad es «el misterio central de la fe y de la vida cristiana», dice el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 234). «Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina». Por tanto, nuestra comprensión de Dios como familia, afectará también profundamente a nuestra comprensión de todas sus obras. En todo lo que existe, podemos discernir —con los ojos de la fe— una intención familiar, que la tradición teológica llama «huellas de la Trinidad».

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