Читать книгу Dios te salve, Reina y Madre. La Madre de Dios en la Palabra de Dios онлайн

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En Caná, pues, la nueva Eva cambia radicalmente la fatal decisión de la primera Eva. Mujer fue quien condujo al viejo Adán a su primer acto malo en el jardín. Mujer fue quien condujo al nuevo Adán a la primera obra en que manifestó su gloria.

La figura de Eva vuelve a aparecer más adelante en el Nuevo Testamento, en el libro del Apocalipsis, atribuido también al evangelista Juan. En el capítulo 12, encontramos a «una mujer vestida de sol» (v. 1), que se enfrenta a «la antigua serpiente, que es llamada diablo» (v. 9). Estas imágenes remiten al Génesis, donde Eva se encuentra cara a cara con la serpiente diabólica en el jardín del Edén y Dios maldice a la serpiente, prometiendo «poner enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la suya» (Gn 3, 15). Pero las imágenes del Apocalipsis apuntan también hacia una nueva Eva, una que dio a luz a un «niño varón», que «gobernará todas las naciones» (12, 5). Ese niño sólo podía ser Jesús; y por tanto la mujer no podía ser otra que su madre, María. En el Apocalipsis, la antigua serpiente ataca a la nueva Eva porque la profecía de Génesis 3, 15 está fresca en su memoria. Sin embargo, la nueva Eva aparece prevaleciendo sobre el mal, a diferencia de su antiguo tipo del jardín del Edén.

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