Читать книгу El tercer sector en España y en Europa. Crisis y resilencia онлайн

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Contrasta esta presión normativa hacia la mercantilización, es decir, esta presión hacia la transformación jurídica de clubes y apuesta por un único modelo deportivo federado, con el escaso interés de los máximos responsables políticos por la dimensión social de los clubes y por las entidades de vocación social como los entes de promoción deportiva (EPD). Estos, regulados en la normativa estatal, son asociaciones de clubes o entidades que tienen por objeto la promoción y organización de actividades físicas y deportivas, con finalidades lúdicas, formativas y sociales. En la práctica no se ha creado ningún EPD debido, por un lado, a la elevada exigencia de socios (6.000) para su creación y porque no pueden participar en competiciones o actividades oficiales de ámbito estatal organizadas por las federaciones deportivas (Gallardo y Lozano, 2006: 22-29). Este hecho revela, como indica Blanco (2014), cómo los poderes públicos responsables del deporte, salvo alguna excepción, han mostrado escaso interés para que los entes de promoción deportiva sirviesen a la vertebración del deporte para todos, y por tanto a la diversificación de la estructura del sistema deportivo en España.

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