Читать книгу Mueve tu ADN. Recuperar la salud con el movimiento natural онлайн
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La conclusión a la que queremos llegar aquí es que cada carga particular produce una deformación celular concreta (el equivalente en términos de movimiento a un nutriente), incluso a pesar de que la fuerza aplicada (los seis kilos de calabaza) sea exactamente la misma en todas las ocasiones.
PESO FRENTE A CARGA
«No es la carga en sí lo que te produce el daño, sino la manera en la que la llevas». Me encanta el sentimiento que desprende esta cita de Lena Horne, aunque me gustaría modificarla ligeramente para que dijese: «No es el peso lo que te produce el daño, sino la carga creada por la manera en la que lo llevas». Pero con esta modificación ya no queda tan poética (y, probablemente, sea mucho más confusa), así que la dejaré como está. Te haces una idea de lo que quiero decir, ¿verdad?
Ya sea que estemos hablando de kilos de calabaza o del propio peso corporal, el «peso» no es lo que define el tipo de carga que crea. A menudo se le suele decir a la gente que sus lesiones han sido producidas principalmente por el peso de su cuerpo. Tal vez te duela la rodilla y te hayan indicado que tu peso ha generado una carga mayor de la normal. O puede que el médico te haya explicado que todos esos kilos de más que tienes han causado una presión sobre las rodillas que ha desgastado completamente el cartílago. ¿Cuál es la solución en este caso? Reducir tu peso, con lo cual (ciertamente) modificas la carga, para hacer así que la rodilla se recupere. Pero ¿cómo demonios se supone que vas a bajar quince kilos de peso si eres incapaz de mover la rodilla sin que te duela?