Читать книгу Mueve tu ADN. Recuperar la salud con el movimiento natural онлайн
85 страница из 94
LAS CARGAS PASIVAS TAMBIÉN SON IMPORTANTES
La forma en que hemos llegado a equiparar erróneamente el ejercicio físico con la salud ha supuesto una gran dificultad a la hora de comprender cómo depende el cuerpo de las cargas específicas. Tal vez cumplas satisfactoriamente con tu entrenamiento, pero ¿qué ocurre con las cargas que creas durante el resto del día? ¿Durante cuántas horas a la semana permanecen tus músculos del muslo posterior presionados contra el asiento de una silla? ¿Cómo afecta esta presión constante a los vasos sanguíneos que van hasta los pies o a los nervios de la pelvis? ¿Cómo duermes? Y no me refiero a cuántas horas sino a las cargas que se crean por la posición en la que duermes. ¿Se han atrofiado tanto tus tejidos corporales que ya no son capaces de adaptarse a un colchón o una almohada diferente? Esto es una señal de que tus articulaciones más pequeñas se han agarrotado hasta el punto de que incluso no hacer nada –tan solo estar tumbado sobre un montón de material mullido– resulta demasiado difícil para tu cuerpo (como en el cuento La princesa y el guisante). Si hubieras dormido en la naturaleza, tus células no habrían sufrido esta adaptación a la hora de acostarte –una adaptación que hace que estés demasiado débil como para irte a dormir sin tu almohada–. Ya sé que dormir sin almohada no suena precisamente como una sesión de CrossFit,ssss1 pero lo cierto es que muchos se sentirían rígidos y agarrotados después de pasar una noche sin almohada, simplemente porque han utilizado su cuerpo de un modo que es nuevo para ellos.