Читать книгу Mueve tu ADN. Recuperar la salud con el movimiento natural онлайн
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Los veinte años que llevo en el campo de la salud y la actividad física me han demostrado claramente que hay algunas personas a las que les encanta (que necesitan, incluso) el exigente esfuerzo que conlleva el entrenamiento físico intenso, mientras que, por otro lado, también hay mucha gente con la que he trabajado que desearía tener esta pasión por el ejercicio, pero no la tiene. Independientemente de hasta qué punto nos guste o no el ejercicio físico, todos tenemos en común la necesidad de contar con movimientos y cargas fundamentales –aquellas cargas que no dependen de nuestra constitución o de nuestro papel en la sociedad y que son similares para todos–.
Hay movimientos-nutrientes de los que todos carecemos debido a que tenemos una experiencia cultural muy parecida. Si eres atleta, no encontrarás en esta lista los logros físicos más vigorosos propios de los cazadores-recolectores; doy por hecho que, en ese caso, ya estás teniendo ese tipo de cargas, pero aun así puede ser que sufras algún grado de deterioro por el hecho de realizar estas proezas fuera de un contexto natural (entendiendo por ello tal y como lo encontraríamos en la naturaleza). Por ejemplo, puede que tan solo corras pero no andes, o que hagas cien sentadillas al día, pero con zapatos o careciendo de las facetas óseas (ver el capítulo 10) necesarias para ello.