Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн
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El 7 de junio Vilar calculó que tenía un 84 % de probabilidades de suspender porque normalmente en Historia antigua no solía haber más de 10 aprobados sobre 75 u 80 presentados, y además con el tribunal previsto, con Holleaux, Carco y Lévy, las posibilidades aún eran menores. El 10 de junio Vilar lamenta, malhumorado, que dos días antes Carcopino hubiese empezado su clase sobre los Graco criticando a Gustave Bloch, el único historiador que él había consultado y que podía consultar sobre el tema. El trabajo común continuaba y unos a otros se pasaban recensiones sobre las colonias griegas, las instituciones de los Antoninos y la civilización de los diádocos, pero sin saber demasiado qué quería escuchar este «tribunal encantador, estas caras siniestras que se denominan Lévy, Holleaux y Carcopino» y con la certeza casi absoluta de que les tocaría un tema que, decía, citando la Revista musical de la École de dos años antes, «neque invenire potest mi Libio, neque mi Polybio, neque mi Holleaux, neque etiam mi Carcopino!». El comentario que seguía era muy contundente: