Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн
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Estos señores tienen ideas personales, hallan risibles todas las de sus vecinos, no quieren revelar sus teorías a sus estudiantes, pero en el examen les exigen que las conozcan. Mientras tanto, estoy muy tranquilo, dispuesto a recibir de estos señores, con una amplia sonrisa, tanto un suspenso como felicitaciones calorosas.
Se pasaban los días preparando o escuchando exposiciones. Las cartas continúan dando testimonio de la preparación colectiva del examen, previsto para el 29 de junio. Así, el 13 de aquel mes:
Por la tarde, reunión en la Cité de 8 a 10 y media; exposición de Dhombres sobre la Institución de Atenas. El viernes lo mismo, disertación de Fabry sobre la crisis en Roma de 201 a 133. El sábado por la mañana, en la École, discursos de Bruhat sobre «Roma, de los Graco a Mario» y sobre la «Introducción de las religiones orientales en Roma». El resto del tiempo, he preparado mi exposición del martes sobre «Mario», y otra –mucho más complicada– sobre «la obra civilizadora de los Diádocos» para la cual estoy despojando tres volúmenes en alemán de Bloch y de Schubart, uno de Glotz más la tesis de Holleaux. Empiezo a interesarme por la Historia Antigua, lo que me consolará, si suspendo, de tener que continuar haciéndola.