Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн
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Pero, de hecho, si Vilar aprobó aquel certificado no fue, como él pensaba, por haber hecho una buena composición escrita sobre Catón. En los archivos de la École se puede ver que lo aprobó muy justo, con un 10 sobre 20. En cambio, la versión latina no le debió de ir tan mal como pensaba, pues fue calificada con un 14. En el oral, solo había obtenido un 7 en la parte griega, y un 11 en la parte de Historia romana. Era evidente que Vilar continuaba sin tener suerte en el oral, donde sus notas habían sido muy inferiores a las de Bruhat y, sobre todo, a las de Marrou. Entre los suspendidos estaba Dhombres, de quien Vilar dice que no supo qué responder cuando Holleaux le interrogó sobre la «paz de Apamea», sobre la que ni él ni nadie dentro del aula no tenían ni idea; Holleaux le puso un 1. Cuando Vilar hace la crónica de aquel examen, ya se había informado:
pero resulta que la paz de Apamea puso fin a la guerra Ítalo-siriana y esta cuestión se halla a caballo de las historias de Grecia y Roma, Dhombres pasa con Carco y elige «la guerra Ítalo-siriana»; Carco se ríe y le dice: «No, escuche, sería mejor que eligiera otra cosa». Él elige «política religiosa de Constantino»; como frase introductoria dice «fue bajo Constantino que la Iglesia cristiana consiguió ocupar por primera vez un lugar oficial en la sociedad». Carco levanta los brazos al cielo: «¡Señor, esta es justamente la frase que no había que pronunciar!».