Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн

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Dos días después insiste en la misma idea. Había dejado de lado el latín, la filosofía y el francés, porque consideraba que difícilmente progresaría en estas materias en 15 días, y solo se dedicaba «sin exagerar pero seriamente» a la historia y a la física. Nos encontramos en la recta final:

Algunos días, eso cuesta de entrar; otros, resulta más fácil. Además, se trata menos de saber que de hacer creer que uno sabe. Todo es cuestión de suerte, que siempre es un factor no negligible. Me gustaría que todo hubiera terminado, sobre todo que hubiera terminado del todo; en cualquier caso, dentro de dos meses, a esta hora, ya tendré mi resultado definitivo en el bolsillo. Pero aún falta mucho.

El día 29 de mayo Vilar comunica las notas definitivas de historia de aquel curso: quinto con la nota 12¾, lo que significaba un accésit. Lamicq era primero ex aequo con Rancillac, un estudiante que era el tercer año que estaba en la khâgne. Y en la misma carta vuelve a insistir en lo que desde hacía semanas era un tema recurrente: «hago historia, historia y aún historia». Roubaud, además, les había tranquilizado diciendo que la última composición de historia había sido correcta en prácticamente todos los casos. Vilar escribe esta carta en la Biblioteca, donde ha ido a devolver algunos manuales y se muestra optimista: «mi historia avanza, tengo el espíritu claro, me parece, y estoy muy en forma». También informaba sobre la corrección de Roubaud del último ejercicio:


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