Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн

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A medida que se acercaba el concurso, continuaba siendo evidente que la historia era la materia que más preocupaba a Vilar. Así, el 17 de mayo escribe:

A pesar de los consejos de Roubaud, que nos dice que no hagamos demasiado historia, todo el mundo no hace nada más; el Sergal nos anima a ello, cuando nos dice que las promociones exitosas habían hecho historia hasta reventar: él está aquí para guardar las tradiciones; después de todo, seguramente tiene razón, porque un 14 o un 15 en Historia en el escrito nos hace subir mucho la nota final, y en el oral es mejor sacar un 15 o incluso un 10, que un 3; es un axioma, o verdad que para ser comprendida no requiere ser demostrada (se trata de un gran problema filosófico, diría Colonna; pero no sé si es grande, o en todo caso no he entendido jamás por qué).

En la misma línea, unos días después, el 23 de mayo, explica que hacía horas que trabajaba y que la mayor parte las había dedicado a la historia:

hace 6 horas y media que estoy trabajando, con tan solo una interrupción de media hora; en estas horas distingo 1,5 de física y 4 ½ de historia. El cerebro lleno de Napoleón, Alejandro, Hardenberg, Nesselrode y Metternich, descanso media hora escribiendo esta carta.


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