Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн

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El domingo anterior al concurso, después de misa y del desayuno, Vilar comunica que pensaba dedicar las dos horas siguientes a sumergirse en la historia, seguramente la de Alemania, aunque parece no estar demasiado seguro de ello, porque quizá cambiaría de idea y se pasaría «a los franceses de África». Resume su estado de ánimo de esta manera:

Aie, aïe, aïe; qu’aço es proché! Ya no es el momento de hacer bromas. Aunque en cierto modo nada me impide hacerlas. Estoy perfectamente calmado, a pesar de toda la historia que consumo cotidianamente; todavía esta mañana Asia y África enteras y todo el Extremo Oriente han entrado en mi cabeza donde pululan una serie de nombres extraños... En fin, lo he repasado todo, excepto la India inglesa en el siglo XVIII, que espero entrever esta tarde en una hora. Más nombres difíciles. Los he guardado para el final. Pero mañana no podré dejarlos de lado. Sábado, veremos. Sé 63 veces más historia que el año pasado, estoy seguro de ello, pero tengo un 99 por ciento de posibilidades de recoger un... De que voulas?


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