Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн
47 страница из 144
Roubaud me ha devuelto mi ejercicio sobre Estados Unidos: 13 ½, es la mejor nota y una de las mejores que nunca ha dado. Sin embargo, yo no hallo nada extraordinario en mi deber, que hubiera preferido más condensado; había dispuesto de los cursos del pasado y, en diversos lugares, ¡los había transcrito literalmente! Como no conoce nada más perfecto que su consagrado curso (que nos ha reeditado este curso palabra por palabra) ha sembrado mi examen con «bien» «muy bien», y «exacto» y ha concluido que, puesto que yo había sabido aprovecharlo, merecía un 13 ½.
El domingo 10 de mayo comenta que continuaba inmerso en la preparación de la prueba de Historia, la que abarcaba toda Europa de 1848 a 1890. El 14 de mayo da más detalles:
Estoy haciendo historia en grandes cantidades, pero cada vez me siento más incapaz de construir un plan (¡sobre todo sobre Palmerston y las relaciones franco-británicas!). Ayer realicé una composición sobre un tema muy duro, aunque interesante, pero demasiado difícil para realizarlo en 5 horas: Europa (estado territorial, diplomático, político) en 1856 y 1878. Los asuntos exteriores e interiores estaban tan mezclados que mi ejercicio es un lío. No soy el único en esta situación; algunos –y entre ellos los mejores: Nivat, Gandillac, renunciaron y entregaron 3 o 4 páginas sin terminar–. Solo Lamicq parecía contento, es afortunado.