Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн
64 страница из 144
El tono de la carta del 22 de julio, la primera que informa sobre cómo marchan los orales, es especialmente pesimista. Vilar explica que el día antes había sido mediocre en la prueba de latín, donde «habría podido brillar». Los miembros de aquel tribunal no habían sido muy simpáticos. Contaba haber tenido un 20 o 22 sobre 40; tampoco encontró amables a los miembros del tribunal de filosofía, que le habían examinado aquella mañana. Aquí Vilar dice haber tropezado con la «moda evolucionista». Además corrían rumores alarmantes sobre el escrito. Le había desanimado mucho saber que Lamicq solo era sexto y, especialmente, que Delavenay, a quien no tenía una especial estima, fuese séptimo. Le habían dicho que él ocupaba un muy buen lugar, pero debía haber muy pocas diferencias de puntuación entre los 50 últimos admisibles, por lo que el oral acabaría decidiendo y eso le preocupaba especialmente. La reflexión general que hace el 23 de julio, que acompaña los comentarios sobre los exámenes orales de alemán y filosofía, lo prueba: