Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн
66 страница из 144
Aquí tenéis las palabras: serán simples: si no me veis llegar el día previsto es que estaré en la oscuridad, es decir, en la cárcel, por haber abofeteado al señor Blaringhem, profesor de historia natural. No. Esto aún no se ha acabado, no nos emocionemos demasiado pronto. Pero esto irá bien, seguramente. Tras interrogarme sobre las hojas y los moluscos, cosas sobre las que he respondido bastante bien, aunque turbado por demasiados recuerdos y ejemplos que acababan de pasar ante mí, me ha preguntado si había leído a Pasteur. Yo respondí que había leído (¡lo había ojeado un día en la clase de Cram!) el libro de Valley-Radot sobre Pasteur. Me ha hecho hablar sobre todos los descubrimientos de Pasteur; ha añadido que estaba muy contento de que hubiera leído el libro, y me ha tranquilizado diciéndome: «Usted es uno de mis mejores candidatos!». Pero la manera de decirlo me ha parecido significativa. Si se ríe de mí, y saco solo 8 sobre 40, el sábado por la tarde iré a su despacho, ahora que ya conozco todos los rincones y entresijos ¡y lo estrangularé! Hacerme trabajar, está bien; pero que no me tomen el pelo. O sea que este es el aviso.