Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн

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Con la tía y la hermana, en cambio, no solo compartían las prácticas religiosas, sino que discutían sobre religión. Podemos verlo en una larga crónica, enviada el 1 de noviembre, de Les noces corinthiennes, d’Anatole France, representada en la Comédie Française, donde Vilar había asistido gracias a un sorteo entre los estudiantes del liceo. Vilar critica la manera simplista, a su parecer, de oponer el ideal antiguo al ideal cristiano, porque haciéndolo así el cristianismo devenía odioso: «y es absurdo porque es comprenderlo todo al revés, y es poner en el lugar del cristianismo un paganismo imaginario, que es agradable, pero es ¡inventado de pies a cabeza!». En aquel relato no falta la añoranza de Montpellier: «Si hubiésemos visto las Noces corinthiennes en Montpellier, cómo discutiríamos; mi tía y mi hermana se habrían peleado». Y seguramente, añade, ellas tampoco habrían estado de acuerdo con su visión que «hacía menos ruido por carta que en la cocina de la calle Peyson». El piso de Montpellier estaba situado en la calle Frédéric Peyson.


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