Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн

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Por la carta del 21 de abril, la primera que Vilar escribe después de las vacaciones de Pascua, sabemos que la tía le había pedido que no se metiese en política, y también que en el mismo viaje no había sido del todo obediente. Calló ante los improperios lanzados contra Herriot por un pasajero, pero no pudo evitar una discusión política con un compañero del liceo de Béziers. No estuvieron ausentes, como solía pasar en aquel periodo, los elementos religiosos:

Robert me ha mostrado un artículo de Action Française, donde el padre Sanson recibía un fuerte rapapolvo. Él no había asistido a las Conferencias y hallaba el artículo admirable. Me vi obligado a rebatirle punto por punto, a partir de mis recuerdos.

LA MORAL LAICA

Pero puede que los fragmentos de las cartas donde se revela con más claridad la fuerte personalidad de la tía son los que nos la presentan, desde la mirada del adolescente, como una maestra defensora a ultranza de la educación moral laica. Podemos verlo, por ejemplo, en algunos comentarios sobre los deberes de filosofía. Al adolescente Pierre Vilar no le gustaban las clases de filosofía; ni en Montpellier ni en París, pero sabía que algunos de los temas tratados por el profesor Colonna d’Istria en las clases impartidas en la khâgne de París –como seguramente había pasado en las clases de filosofía de Montpellier– podían interesar a la tía como reconocida maestra de la moral laica. Por ejemplo, el 1 de marzo pedía el consejo de la tía, «especialista en Moral», sobre qué tema le convenía tratar desde el punto de vista de «la moral laica, porque es el del señor Colonna». Los temas de filosofía propuestos eran estos: «El deber a la sinceridad», «La idea de belleza moral», «Las sanciones interiores del saber» o «La naturaleza y las condiciones del progreso moral». De hecho, el 5 de marzo no solo había elegido, sino que ya había acabado el trabajo de filosofía sobre «la sinceridad a la manera de... Colonna» y entre paréntesis aclara «es decir, muy moral laica». Tres días después ofrecía a la tía un resumen que pensaba que podía interesarle.


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