Читать книгу Los parados. Cómo viven, qué piensan, por qué no protestan онлайн

15 страница из 84

Intentar seleccionar cien parados (objetivo inicialmente previsto) que cumpliesen todos estos criterios de acuerdo con el peso que cada uno de los tipos tiene sobre el conjunto de la población desempleada es poco menos que imposible. Por tanto, lo que hemos hecho en la práctica ha sido establecer tres cuotas de edad (jóvenes, adultos y maduros) equilibradas por sexos, relativamente ajustadas a la composición por edades del paro en la EPA. Entendemos por jóvenes los que tienen de 18 a 29 años, adultos de 30 a 50 y maduros los de más de 50 años. Cierto que estos límites son discutibles, pero en el caso de España no es difícil defender tal opción. A partir de los 50 las dificultades de reengancharse al empleo aumentan considerablemente, mientras que, por otra parte, cada vez es más frecuente permanecer en el domicilio familiar hasta los 30. De hecho, la edad media de emancipación está aproximadamente en los 29 años [Ballesteros y otros, 2012]. Además, cabe pensar que a los 16 y 17 años el significado que puede tener el paro como experiencia vital es todavía poco relevante. Dentro de los jóvenes hemos procurado contactar tanto a universitarios como a personas con bajo nivel de estudios; dentro de los adultos y maduros tanto a obreros como a empleados. Parados inmigrantes sólo hemos entrevistado a seis. La tabla 1 muestra las entrevistas hechas efectivamente y, entre paréntesis, las que en un principio queríamos hacer.


Правообладателям