Читать книгу Los parados. Cómo viven, qué piensan, por qué no protestan онлайн
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El testimonio de esta universitaria de 38 años es de particular interés. La empresa que la despidió le ofreció seguir trabajando en negro, lleva 36 meses en paro, ha agotado la prestación, afirma conocer muchos falsos parados, ella misma hace cosas en negro, y cuestiona la definición de falso parado:
Me hicieron una propuesta que en principio era ilegal […]. Despedirme con 20 días por año trabajado, tener derecho a cobrar el paro y seguir trabajando desde mi casa, que ellos me ponían internet […]. Era un fraude, y yo sabía que no lo iba a hacer.
[…]
Hoy en día ¿quién no conoce algún parado? […] Y lo que te comentaba: Pues mira, yo he hecho no sé qué, yo ahora estoy haciendo no sé cuántos. Pues todos de extranjis. Tú tienes x cantidad de dinero y no llegas a comer ni a pagar tu casa, pues te tendrás que buscar la vida, ¿no? […]
A ver, no… Una cosa es que tengas que buscarte las castañas para poder comer y otra cosa (que haberlos haylos) es que estés trabajando, que de hecho yo lo he visto en gente, en la primera empresa [donde trabajaba], que estaba cobrando el paro, diciéndole al jefe: No me hagas contrato y así […] me junto con 3.000 euros al mes. Pero hoy por hoy, en mi situación y la de la gente que conozco, no es ese el caso; es a lo mejor sacarte 80, 100 euros al mes, para compensar lo del subsidio, que ya no llega ni a 400 euros, son 390 lo que cobro yo. […]