Читать книгу Los parados. Cómo viven, qué piensan, por qué no protestan онлайн
77 страница из 84
Una de las dos preguntas que constituyen la sección G del cuestionario de la EPA se interesa por si se está percibiendo algún tipo de prestación o subsidio por desempleo (en adelante ayuda). Si cruzamos las respuestas con la situación respecto a la actividad económica obtenemos los resultados que se muestran en el cuadro I. El análisis de estos resultados a la luz de otros datos procedentes de la misma fuente ayuda a clarificar el debate sobre falsos parados y fraude. Pero antes de entrar en materia, con los datos del cuadro delante, queremos plantear otra cuestión que no afecta de lleno al tema que nos ocupa pero que consideramos obligado destacar aquí: la de cuántos parados en términos relativos hay bajo el dispositivo de protección.
Cuadro I.
Posición laboral y percepción por desempleo (4º trimestre 2011)
Fuente: EPA, IV-2011 (elaboración propia).
La proporción entre los 5.273.600 parados EPA del cuarto trimestre de 2011 y los 1.936.765 que declaran percibir ayuda es del 36,72%. Compárese esta cifra con la tasa de cobertura oficial que calcula el SEPE relacionando todos los perceptores de ayudas con una parte del paro registrado (promedio de 2011: 70,67%, dato obtenido en línea). Nuestra tasa es discutible, pero la oficial es indefendible. No vamos a entrar ahora en el debate sobre el método óptimo de cálculo. Por ejemplo: la nuestra se convertiría en el 45,13% si contempláramos también a los beneficiarios inactivos y ocupados; en el 46,80% si incluyéramos además (por razones fáciles de entender) a los que no saben o no contestan a la pregunta (ns/nc); la proporción entre el número de perceptores en diciembre según el SEPE (véase el párrafo siguiente) y el paro EPA es del 55,50%. Cifras todas ellas muy alejadas de la tasa oficial. Hay quien se ha tomado la molestia de definir una tasa (también discutible) que ha llamado de protección, para distinguirla de la oficial de cobertura, y de calcularla cada vez que aparece una nueva EPA. Así, en el primer trimestre de 2015 la tasa de protección era del 29,4%, mientras que la de cobertura obtenida por el SEPE (media enero-febrero) ascendía al 56% [Negueruela, 2015]. No vamos a entrar ahora a debatir, decíamos, cuál es la manera más adecuada de calcular esa tasa, pero sí queremos señalar que la que da a conocer el SEPE cada mes es engañosa, apenas informa de la situación efectiva de desprotección en que se encuentra la mayoría de los parados.