Читать книгу Los parados. Cómo viven, qué piensan, por qué no protestan онлайн
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Por lo que se refiere a los 641.021 inactivos que reciben ayuda, el 60,30% (386.276) son mujeres, el 47,70% (305.678) tienen 50 o más años, y el 15,03% (96.397) son desanimados. Finalmente, si a los 166.728 ocupados que se declaran perceptores les sumamos los 77.567 ns/nc obtenemos un total de 244.295 candidatos a ser definidos como auténticos defraudadores. Antes de hacerlo deberíamos tener en cuenta que 39.151 de ellos (incluyendo los 5.604 ns/nc) han trabajado un máximo de 10 horas durante la semana y que la ayuda no es incompatible con cualquier tipo de ocupación. Es el caso de los afectados por un ERE. Siempre según la misma EPA, hay 60.335 personas en esta situación, 29.357 de las cuales están ocupadas, siendo casi todas las demás inactivas; y de las ocupadas cobran ayuda 16.231 (16.741 si incluimos a los ns/nc). A la luz de todo ello, uno diría que los supuestos defraudadores (con ingresos significativos derivados de la ocupación) difícilmente llegan a 200.000, en cuyo caso tendríamos el 3,79% del paro EPA y el 6,83% de los beneficiarios de ayuda en diciembre de 2011. Dicho en otras palabras, si ya sabíamos que ni la EPA estima ni el SEPE cuenta más parados de los que «realmente» hay, ahora podemos concluir que tampoco hay tanto «falso parado» como afirman interesadamente algunos en el debate público político y que el fraude al dispositivo de protección del desempleo no es importante.