Читать книгу La censura de la palabra. Estudio de pragmática y análisis del discurso онлайн
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2.1 LA IDEOLOGÍA
Con todo, cualquiera que trata de impedir que se comunique algo no adquiere una identidad censoria. No es un censor, por ejemplo, un joven que no desea que sus amigos revelen que se ha enamorado de una compañera de clase. Esto es así porque el censor no defiende únicamente sus opiniones personales, sino las creencias del grupo que representa o que cree representar en un momento dado. Defiende lo que se ha llamado una ideología. Van Dijk (2000: 54-56) explica su concepción de la ideología con una metáfora: como sucede con las gramáticas de las lenguas, que condicionan los usos particulares de los hablantes, las ideologías son «gramáticas» de las prácticas sociales específicas de un grupo. Les dicen a las personas qué deben pensar sobre distintas cuestiones sociales. Con otras palabras del mismo autor, se trata de sistemas de creencias evaluativas –opiniones– socialmente compartidas por grupos. Facultan a las personas que forman parte del grupo para «organizar la multitud de creencias sociales acerca de lo que sucede, bueno o malo, correcto o incorrecto –según ellos– y actuar en consecuencia» (van Dijk, 1999: 21). Así pues, para que haya censura, es preciso que alguien, por motivos ideológicos compartidos por un grupo, comprenda el respeto a su ideología como una norma que los demás también han de cumplir.