Читать книгу Vergel de perfectísimas flores. El convento de Corpus Christi de Carcaixent онлайн
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Se impondría en la oposición finalmente el religioso mínimo de origen francés fray Alexandro Brehón,17 pese a lo cual, «en atención a las prendas y desempeño del padre Agramunt en el concurso, le nombraron cathedrático extraordinario de Lengua Santa con 25 libras de salario al año».18
En la cátedra y el púlpito, pues, con aplaudidas predicaciones durante las Cuaresmas de aquel tiempo, ocuparía fray José el resto de sus días. Así le sorprendió la muerte el 12 de enero de 1732, a los setenta y cinco años de edad y en el convento de Predicadores de Valencia. Dejaba un considerable legado escrito de amplia temática, relacionado con su labor docente y homilética, como no podía ser de otro modo, pero también con la querencia del religioso por el misterio del Rosario, tan propiamente dominicano, y la historia de la Orden, que había cultivado de manera especial a mayor gloria de esta.
Efectivamente, el padre Agramunt debutó de manera muy temprana en el mundo literario. Según el bibliófilo fray José Rodríguez, con tan solo trece años había traducido al castellano una composición del italiano Giovanni Battista Carcelli, que Benito Macé publicaría en Valencia el año 1670 con el título El Astrólogo a la moda, «juguete de ingenio para adivinar lo que uno ha pensado o quiere comer».19 Ningún ejemplar de este opúsculo llegó a los anaqueles de las bibliotecas conventuales de santo Domingo.20 Hasta el extremo de ser cuestionada su existencia por algunos autores.21 Al contrario, sí conservarían sus hermanos de hábito durante mucho tiempo varios cuadernos de apuntes que el religioso habría compuesto en 1680 –todavía diácono– bajo el epígrafe Brevis enodatio Gramaticen Sacrosantae linguae Hebraicae.22