Читать книгу Vergel de perfectísimas flores. El convento de Corpus Christi de Carcaixent онлайн

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Otras notas manuscritas de nuestro dominico parecen ser posteriores, con elogios varios a santo Tomás de Aquino recopilados entre personalidades de toda ralea. Monarcas como Carlos I de Anjou (1226-†1285) o Juan II de Castilla (1405-†1454); Roberto Bellarmino (1545-†1621 ) y varios cardenales más; obispos de la talla de Stephanus Parisiensis (1123-†1141) o Johanes Antonius Campanus (1429-†1477); y nobles, particularmente don Manuel Pimentel y Herrera, quinto conde de Benavente, virrey de Valencia y Nápoles (1576-†1621).23 Ya en Mallorca, el propio fray José Agramunt brindaría su propia dedicatoria al Aquinate en el Sermón del cíngulo del Angélico maestro santo Thomás de Aquino en las célebres fiestas que por la erección de la cofadría de la Milicia Angélica le consagró el real convento de Santo Domingo de aquel lugar, a cargo de un fraile capuchino, editado en Barcelona por Rafael Figueró en 1697 y que «discurre por los 4 ríos del Paraíso sobre los mismos assuntos del sermón».24

Un año antes, también en Mallorca, había pronunciado el religioso una homilía –titulada Los tres estados de el sol. Discurso panegírico– con ocasión de las fiestas celebradas en la localidad de Alcúdia durante el traslado a su nueva capilla de la imagen del Santísimo Cristo allí venerada y que el impresor insular Miguel Capó publicó junto a las alocuciones de los demás oradores sagrados participantes.25


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