Читать книгу Vergel de perfectísimas flores. El convento de Corpus Christi de Carcaixent онлайн
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Todo hace pensar que, antes de concluir la centuria, fray José habría regresado definitivamente a la península.8 Desde Valencia se trasladó hasta la población vecina de Carcaixent, de cuyo convento de Corpus Christi se ocupó espiritualmente durante un tiempo.9 Poco después le sorprendía el estallido de la guerra de Sucesión, que interrumpió el normal desenvolvimiento de la vida dominicana, como el de la clerecía autóctona en general, fracturada igual que el resto de la sociedad. Mientras el sector más amplio de los seculares se mostró copartícipe de las aspiraciones populares desde los primeros momentos del conflicto, tomando parte activa a favor del austracismo, Felipe V contó con importantes partidarios entre la jerarquía. En lo que respecta a las órdenes religiosas, la división de pareceres resultó todavía más evidente. La Compañía de Jesús, junto con algunos monasterios femeninos de raigambre aristocrática, apoyó abiertamente la causa borbónica. Por el contrario, la incesante actividad proaustríaca de otras religiones –capuchinos, franciscanos, carmelitas, mínimos o agustinos– constituiría la primera manifestación pública contra el monarca francés, por cuanto contribuirían, además de forma decisiva, a la sublevación del reino.10