Читать книгу Vergel de perfectísimas flores. El convento de Corpus Christi de Carcaixent онлайн
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Así lo denunció a la corona en 1631 la entonces maestra de novicias sor María Fe Capdevila.49 Según esta, la renovación del cenobio distaba mucho de ser una realidad. No solo por la actitud de algunas religiosas, sino debido también a la complicidad de sus influyentes parientes. Hasta tal extremo había llegado esta situación que el virrey marqués de los Vélez acababa de tomar cartas en el asunto:
[…] aviendo sido el conbento muy religioso y de grande obserbancia, de haños a esta parte es un escándalo por descuydo de los prelados y por culpa de algunas religiosas no tan recatadas en tratar con demasía con personas seglares de mal exemplo, de que por ser algunos dellos casados y llebando mal sus mugeres ha havido muchos ruidos, tanto que, en la Real Audiencia, se han dado memoriales en agravio de dichas religiosas, y el gobernador, en la bacante, se bio obligado a procurar remedio, y el virrey, con celo de lo mismo, desde que entró en Valencia, lo procura por todos caminos, cometiendo al oidor don Pedro Sans bisitasse el dicho conbento haciendo mandatos, con penas de quinientos ducados a algunos seglares.50