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—No te burles, dijeron las Musas;
este niño no se separa de nuestro lado.
Estos en fin.
Un hombre iba a colgarse;
encuentra un tesoro,
deja allí la cuerda en lugar del tesoro.
El dueño de éste, no encontrándolo,
coge la cuerda y se ahorca.
El político Melón de Atenas aborrecía a Platón, y dijo un día que era menos extraño ver a Dionisio en Corinto que a Platón en Sicilia. El historiador y filósofo Jenofonte abrigaba alguna prevención contra Platón. Al parecer había entre ambos alguna rivalidad por haber tratado los mismos objetos: el Banquete, la Apología de Sócrates, los Comentarios morales. Además Platón trató de la República, y Jenofonte de la Educación de Ciro (Cropedia). Platón en las Leyes dice, que esta última obra es una pura utopía, y que Ciro no se parecía en nada al retrato que hace Jenofonte. Ambos citan frecuentemente a Sócrates, pero jamás se citan el uno al otro; una sola vez, sin embargo, Jenofonte nombra a Platón en el tercer libro de las Memorias.
Se cuenta que el filósofo Antístenes, fundador y jefe de la escuela cínica, fue un día a suplicar a Platón que asistiera a la lectura de una de sus obras. Platón preguntó sobre qué materia versaba.