Читать книгу Obras Completas de Platón онлайн

311 страница из 839

LAQUES: —Tienes razón, Sócrates; está bien definida.

SÓCRATES. —Pues defíneme lo mismo el valor; dime cuál es esta facultad, que es siempre la misma en el placer, en la tristeza y en todas las demás cosas de que hemos hablado, y que no muda jamás, ni de naturaleza, ni de nombre.

LAQUES: —Me parece que es una disposición del alma a manifestar constancia en todo, puesto que es preciso dar una definición que comprenda todas las diferentes especies de valor.

SÓCRATES. —Así es preciso hacerlo para responder exactamente a la cuestión; pero me parece que no tienes por valor toda constancia del alma, y lo infiero de que pones el valor en el número de las cosas bellas.

LAQUES: —Sí, sin duda, y de las más bellas.

SÓCRATES. —Sí, esta constancia, cuando va unida a la razón, es buena y bella.

LAQUES: —Ciertamente.

SÓCRATES. —Y cuando se tropieza con la insensatez, ¿no es todo lo contrario?, ¿no es mala y perniciosa?

LAQUES: —Sin contradicción.

SÓCRATES. —¿Llamas bello a lo que es malo y pernicioso?

Правообладателям