Читать книгу La escritura de la memoria. De los positivismos a los postmodernismos онлайн

13 страница из 112

Las circunstancias de la vida de los historiadores son un testimonio elocuente del rastro histórico que ellos mismos han dejado, al tiempo que condicionan su modo de percibir el pasado. De ahí el interés que han suscitado las biografías publicadas en estos últimos años sobre Marc Bloch o Fernand Braudel.ssss1 El estudio de sus escritos es el que permite, a su vez, hacer avanzar la historia. Es tarea del historiógrafo releer esos escritos desde el tercer piso de la reflexión historiográfica, trascendiendo así el primer piso, el de la misma historia –la vivencia de los acontecimientos– y el segundo piso, el de la reflexión histórica –el estudio de una época determinada.

La reflexión historiográfica debe atender, en primer lugar, a la relación del texto histórico con el contexto en el que fue articulado. Los sugerentes estudios sobre historiografía medieval, llevados a cabo por la historiadora norteamericana Gabrielle M. Spiegel, demuestran la eficacia de ese método.ssss1 Llevar a cabo esa contextualización del texto histórico es quizás una tarea más compleja si se trata de tiempos recientes, pero no por ello menos apasionante. Los concienzudos y profundos estudios de Georg G. Iggers sobre el historicismo alemán han actuado como catalizadores de este nuevo ámbito de la disciplina histórica que es la historiografía.ssss1

Правообладателям