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Poco sabemos de los tejidos de seda manufacturados en los talleres sirios, porque no se han encontrado evidencias arqueológicas, pero igual que en los centros textiles egipcios, parece que la seda se mezclaba con lana en las tramas para aportar mayor resistencia y porque constituía una forma de ahorro en la utilización de un material de elevado coste.ssss1 Todavía en el siglo VI, Isidoro de Sevilla habla de la fibrina (Etimologías, XIX, 27.5 y 22.6), un tejido cuya trama estaba formada por lana de castor y seda.ssss1

Uno de los puertos de llegada más importantes de la Ruta de la Seda al Mediterráneo era Alejandría, ciudad que desde su creación por Alejandro Magno fue un importante centro textil, aunque las condiciones de su suelo no eran las más adecuadas para la preservación de materiales orgánicos y son las fuentes escritas las que nos aportan datos sobre esta actividad.ssss1 Según Lucano (X, 141-143), los alejandrinos importaban sedas que luego deshilaban y volvían a tejer de acuerdo con sus gustos. Esta afirmación ha sido discutida por muchos autores, que la han interpretado como una descripción poética de la actividad de la ciudad, pero no como una práctica inhabitual entre comunidades de tejedores que apreciaban más el material que los diseños textiles.ssss1 Por el Codex Theodosianus del año 438 se sabe que en Alejandría había un gineceo imperial donde se trabajaba la seda, tan reputado como los de Damasco, Antioquía, Tiro o Sidón.ssss1