Читать книгу Enemigos íntimos. España y los Estados Unidos antes de la Guerra de Cuba (1865-1898) онлайн
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La cuestión más acuciante para los Estados Unidos seguía siendo la devolución de las propiedades embargadas a los ciudadanos estadounidenses y, en general, el incumplimiento en Cuba del artículo séptimo del Tratado de 1795. Después de varios meses de espera, el maltrato constante a los ciudadanos norteamericanos en Cuba llevó a la Legación a cambiar de estrategia: en lugar de reclamar el cumplimiento del Decreto de 12 de julio de 1873, se limitó a exigir al gobierno Cánovas la ejecución del artículo séptimo del Tratado de 1795 en Cuba. Cushing argumentó ante sus superiores que si España promulgaba esas garantías en las Antillas, las propiedades confiscadas serían rápidamente restauradas a sus propietarios115.
Sin embargo, el gobierno Cánovas cayó debido a divisiones internas justo cuando las conversaciones diplomáticas parecían estar a punto de dar su fruto, siendo reemplazado por el gabinete encabezado por Joaquín Jovellar (12-IX-1875/2-XII-1875). El cambio de ministerio paralizó las negociaciones en Madrid y fortaleció la desconfianza creciente de Washington hacia el rumbo que seguía la Restauración116. Unas semanas después, el secretario de Estado norteamericano reiteró a Cushing la imposibilidad de enviar instrucciones para un país cuyos ministros cesaban en el cargo pocas semanas después de empezar a ejercerlo: