Читать книгу La Unión Europea. Historia de un éxito tras las catástrofes del siglo XX онлайн

32 страница из 89

Claro está que ello exige una interlocución acorde con las dimensiones del tema y de los propios actores. Estado por estado, de modo individual, los resultados de la acción sobre el gigante vendrían a ser como la picadura de la pulga en la piel del elefante. La estrategia de los vetustos estados nacionales resulta a todas luces no solo anacrónica sino además insuficiente. Precisamente en este tema, como en otros, se requiere la ambición de una estrategia realmente común, con el peso de los avances en las tecnologías de la información y la comunicación, a punto de ser rebasadas por la propia China, o en campos como la aeronáutica, donde el desarrollo chino comienza a ser igualmente competitivo a escala planetaria.

A Xi Linping no le impresionan las testas coronadas, ni siquiera la de Inglaterra; su cultura viene de mucho más lejos y la voluntad de crecer e influir tiene antecedentes tan ilustrados o más que las epopeyas nacionales de los estados europeos o la norteamericana. La alternativa individual, incluso de los estados más avanzados en términos económicos y tecnológicos de la UE, conduce a todos a un espacio de subalternidad, al papel de subcontratistas de empresas chinas o incluso norteamericanas ya instaladas en el espacio chino. Sin duda alguna, el refuerzo, o mejor aún, la consolidación de una acción exterior de la UE en el ámbito de la potencia del siglo XXI resulta imprescindible para los objetivos propios de la UE y de sus estados miembros.


Правообладателям