Читать книгу La Unión Europea. Historia de un éxito tras las catástrofes del siglo XX онлайн
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La pedagogía de la defensa dista de ser una prioridad para la ciudadanía. A lo sumo se ha abierto paso la intervención militar efectiva para supuestos de ayuda humanitaria o de injerencia ante graves e irreparables conflictos de los derechos humanos más elementales, o incluso como elementos complementarios ante las catástrofes naturales y como última misión contribuir a la seguridad ante las amenazas terroristas.
No es el caso de los objetivos y despliegues de la OTAN, aunque en algunos casos, como en los conflictos balcánicos, su acción haya resultado decisiva, al menos en la contención y fijación del conflicto o conflictos sobre el territorio. La defensa común transatlántica se definió como contención, y en su caso respuesta, a la URSS. Desaparecida esta, el objetivo territorial resultó ampliado a teatros operacionales, como el definido por la Administración norteamericana de Bush al Gran Medio Oriente, fundamento de las intervenciones en Kuwait, Irak y Afganistán, y sin todo el paraguas OTAN a Siria, o de manera unilateral en Libia y África subsahariana, de la mano de las antiguas potencias coloniales, Francia y el Reino Unido.