Читать книгу La Unión Europea. Historia de un éxito tras las catástrofes del siglo XX онлайн
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Estas finalidades se encuentran plasmadas en los tratados de la UE en vigor, por lo que su puesta en funcionamiento requiere la voluntad de los estados miembros firmantes y el depósito de las competencias subsistentes en los órganos supraestatales, esto es, llenar de contenido efectivo las funciones del BCE y la creación de un Tesoro a escala de la UE que tenga sus fundamentos asimismo en el espíritu y la letra de los tratados.
Sin duda alguna, y ante la amenaza cierta de la desregulación de los instrumentos financieros, cuyos efectos se han experimentado unidos a la crisis por ello mismo desencadenada, se impone una regulación profunda, transparente y conocida que evite asimismo la existencia de los paraísos fiscales en el seno de la propia UE, o que favorezca su implantación, por ejemplo en el Reino Unido tras la desconexión.
En este último sentido, el liderazgo europeo en el nuevo escenario global polarizado puede conseguir complicidades, más allá de las hegemonías que se vislumbran, entre los países y estados que por vecindario o afinidad nos resultan cercanos y que podrían sentirse aliviados ante las amenazas de los poderes globales.