Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн

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Inicialmente la jornada estuvo contemplada como una fiesta del pueblo de Cataluña, un «aplec» de sardanas anunciado publicitariamente por diarios como La Vanguardia Española, huyendo del enfrentamiento ante una posible intervención de la policía. Por consiguiente, y en caso de intervención de esta, se enviaron instrucciones a las 35 organizaciones, las mismas que asistieron a la última Permanente, de convertirse la fiesta en un acto de ocupación pasiva del lugar buscando espontáneamente lugares de concentración307.

«Unas tres mil personas se presentaron mediante diversos medios de locomoción, coches, trenes, autobuses colectivamente alquilados. Como nota destacable, en el trayecto hacia Ripoll se observaban diversas pintadas, “Visca Catalunya”, “Estatut”, suscritas por las cuatro barras y la estrella característica del PSAN que posteriormente hacia las 2 de la mañana fueron borradas por la Guardia Civil, mientras unos seis o siete Jeeps tomaban posición en lugares estratégicos de la ciudad. Algunos autocares fueron detenidos y desviados hacia otras direcciones, a la vez que la Guardia Civil pedía el nombre de la persona y el nombre de la cual se había hecho el alquiler del vehículo.»308


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