Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн
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Años después, la campaña de protestas encabezadas bajo el lema «¡Volem Bisbes Catalans!» en 1966 y la subida al púlpito vaticano de Pablo VI, hizo cambiar la actitud de la Iglesia respecto a Cataluña pues, recordando las palabras del cardenal Tarancón, el Santo Padre había intervenido en numerosas ocasiones en asuntos delicados contrarios a los del régimen. Véase como ejemplo la petición de suspender la pena capital para el anarquista Jordi Conill en 1962 pidiendo clemencia al propio Caudillo, o el protagonizado en 1965 por el abad de Montserrat, Aureli M. Escarré, que llegó incluso a exiliarse al extranjero en protesta contra la represión franquista, estando su sucesor Cassiá Mª Just en la misma línea reformista que el anterior.
En Cataluña, a mediados de los años sesenta la burguesía y la clase media se balanceaban entre el catalanismo y el nacional-catolicismo imperante, mientras que la clase obrera y los intelectuales pasaban casi desapercibidos en su actividad reivindicativa contra el régimen ya que sus acciones de lucha eran de escasa importancia además de ser amortiguadas sistemáticamente por un férreo control gubernativo que impedía cualquier éxito mediático, pues era notorio que la prensa española y los medios de comunicación que funcionaban legalmente hasta 1966 no eran otra cosa que el aparato de propaganda del régimen y sus beneficiarios, demostrando un desprecio total hacia el lector y sus derechos y con el agravante de sufrir la cárcel e incluso la muerte a quien osara transgredir la censura marcada interesadamente desde el poder. En definitiva, a nadie sorprende ya que los derechos humanos y la libertad de expresión en España, efectivamente brillaban por su ausencia484. No obstante, cabe decir que, en aquel tiempo, aunque los anhelos independentistas no eran el objetivo de la oposición al franquismo, como tampoco lo eran las ideas federalistas485,sí que empezaba a tener arraigo, entre estos, un estado de opinión favorable a las tesis unitarias del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), sobre todo después de haberse celebrado el II Congreso de los comunistas catalanes en 1965 en el que se dieron pasos serios hacia la unidad de las fuerzas políticas antifranquistas, desplegándose una actividad persistente y organizada dirigida a lograr la unidad de toda la oposición española. Esta estrategia unitaria también fue asimilada por los integrantes del Moviment Socialista de Catalunya (MSC), en el que uno de sus dirigentes, Joan Reventós, tenía especial protagonismo486. Así pues, desde el principio se acordó entre todos los miembros que participaban en ese proyecto unificador el crear los medios materiales y políticos para el comienzo de un diálogo basado en la convergencia y no sobre la confrontación de ideas y fines políticos con el objetivo de asumir, bajo una acción unitaria, la posibilidad de articular la oposición contra el régimen, llegando a la conclusión de convocar una asamblea representativa de toda entidad que se moviera en Cataluña con un sentido democrático y antifascista, aunque, en ese sentido cabe decir que las fuerzas políticas catalanas habían dado pasos importantes en la coordinación de su acción y ocupaban un lugar de vanguardia en la búsqueda del acuerdo general de la oposición española que los comunistas denominaban Pacto para la Libertad. Bastaba recordar que para apreciar esos progresos alcanzados tendríamos que remitirnos de nuevo a las resoluciones del Congreso del PSUC en donde se hacía un llamamiento a todos los partidos y grupos de oposición catalana para elaborar juntos un proyecto de programa de alternativa política a la dictadura. En dicho informe se afirmaba que, desde hacía años, el PSUC mantenía relaciones amistosas con el MSC, el Front Nacional de Catalunya (FNC) y otros grupos políticos y, como consecuencia de esos contactos, poco tiempo transcurrió hasta la creación en Barcelona de la Taula Rodona que funcionó como una Comisión Cívica abierta en la que se encontraban dirigentes y personalidades de la más diversa significación.