Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн
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Sorprendentemente, y visto todo este aluvión de acontecimientos, causaba sorpresa que el ambiente social no respondía a las expectativas. A este respecto, una crónica del 24 de diciembre lo interpretaba así:
«Mientras tanto, la calle está extraordinariamente tranquila. Proliferan en auténtico alud las peticiones de amnistía, usando todos los métodos imaginables. Pero nadie puede decir que se produzcan más perturbaciones que las normales de un país europeo: huelga de taxistas, manifestación pacífica proamnistía, etc. Los subterráneos del país están más maduros de lo que pueda pensar alguien.»480
Ese mismo día, Xirinachs dio por finalizada la huelga de hambre de tres semanas, o sea, desde que el rey promulgó el indulto, junto con los captaires de la pau que le acompañaron.
En la Nochebuena de 1975, el rey y su familia aparecieron en la pantalla del televisor ante los españoles. Fue un mensaje sin abordar temas políticos, avanzando lo que en el futuro sería su papel constitucional y moderador, semejante al resto de las monarquías europeas. La prensa extranjera subrayó, sin embargo, el homenaje al Generalísimo y la llamada a la unidad con ausencia o alusión a una posible amnistía para los presos políticos. Desde ese mismo día, el captaire de la pau, Xirinachs, permaneció frente a la cárcel Modelo en espera de la concesión de amnistía, enviando comunicados como este desde Sant Llorens de Terrassa: