Читать книгу Piñera porno. Clímax y caída de la obscenidad neoliberal онлайн
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Al cansancio le fue mejor que al rendimiento. Y es que el rendimiento estaba atrapado, porque produce cansancio.
Por supuesto, arquetipos de la obscenidad nuestra de cada día hay muchos. Aquí se presentarán solo tres; siempre la trinidad es una fórmula equilibrada y hermosa. Sebastián Piñera, el primero y en rigor el único, el más grande pornógrafo de nuestro tiempo. A él dedicamos estas páginas. Los otros dos nombres son emanaciones del primer nombre, son efluvios metafísicos de la época que puso a Piñera como principio activo: Karol Dance será el segundo nombre, Pamela Jiles será el tercer nombre, sin capítulo propio en cualquier caso. Vaya trinidad. No osaré explicar la selección antes de tiempo. Más de alguien ha quedado afuera. Esta trinidad sirve para pensar y para escribir, dos cosas valiosas. Pero es indudable que esta trinidad (como corresponde teologalmente) es al mismo tiempo una, o, en rigor, uno. Se trata del gran pornógrafo de la historia de Chile: Sebastián Piñera. Reconozco que el repertorio aquí expresado no es exhaustivo, me basta con que sirva de guía para observar la oscuridad circundante y el fuego que se toma la noche.