Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн
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El 31 de diciembre fue funesto para las fuerzas nacionalistas y de suerte para las gubernamentales. Fuerzas de nuestra División tuvieron que relevar a las de la 11 División de Líster, en el sector Concud-San Blas, frente en el que desde el principio de las operaciones se habían librado combates muy sangrientos. Tanto la División de Líster como la nuestra habían empezado a actuar el mismo día 15 de diciembre, y por ello no era razonable esta decisión del alto mando. Ello sembró descontento en las fuerzas de las brigadas 218 y 219, que nuestra División tuvo que situar en línea. Al mediodía se perdieron algunas posiciones y esto, unido a que fuerzas de la 40 División de Carabineros, cuya misión era atacar y eliminar dentro de la plaza los focos de resistencia de los rebeldes, viendo desperdigados a soldados que venían huyendo del frente de Concud, sintieron miedo, creyendo que se trataba de una retirada, y ello originó tal pánico que los carabineros se replegaron a la carretera de valencia, abandonando el casco de Teruel. Muchos de ellos, incontrolados, llegaron hasta La puebla de valverde donde fueron retenidos. Como consecuencia de estos incidentes la plaza de Teruel quedó sin fuerzas republicanas para su defensa. A pocos metros de la ciudad había llegado un Tabor de Larache y otro de los Tercios de Navarra y cuando llegaron al río, sobre las siete de la tarde, a esta hora era tal la oscuridad, tan fuerte la ventisca y la temperatura tan baja, sobre los quince grados bajo cero, que deciden, viéndose encima la ciudad en penumbra, retirarse sin saber que con unos pasos más y sin encontrar resistencia hubiesen contactado con los focos de resistencia que se defendían en el interior de Teruel.