Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн

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El día 19 seguimos el avance con mucha dificultad y, el supuesto de que en esta jornada llegaríamos hasta la carretera Teruel-valencia, a la misma altura de los primeros edificios de la ciudad, no se consiguió hasta el día siguiente por la noche, aunque muy bien pudo ser sobre las siete de la tarde, ya que por el temporal oscurecía muy pronto. Al llegar a nuestro objetivo y teniendo a mano las calles ascendentes que daban acceso a la capital, recibimos la orden de no avanzar, pues lo iban a realizar fuerzas pertenecientes a la 40 División, que dependía, como nosotros, del XX Cuerpo de Ejército. Esta División estaba mandada por el comandante Nieto y sus fuerzas pertenecían al Cuerpo de Carabineros. Desde el inicio de la ofensiva se había mantenido en situación de reserva, y su misión era penetrar en la ciudad, junto a otras unidades militares y de Guardias de Asalto. Las fuerzas de nuestra División quedaron por tanto en el exterior de la ciudad por este frente. Algunos paisanos, mujeres y niños amparados por la oscuridad, y al ver la llegada de nuestros soldados, van saliendo a la carretera general de valencia y en camiones son evacuados a La puebla de valverde, donde se les facilitará comida y cuidados, hasta ser remitidos a valencia. Por sus declaraciones y aspecto se nota que han sufrido enormemente, ya que el mando de la plaza hacía ya varios días que había ordenado a la población la obligatoriedad de concentrarse en los edificios por ellos elegidos para defenderse, como el Seminario, Convento Santa Clara, Gobierno Militar…, pero muchos vecinos prefirieron esconderse en sus casas y, en estas condiciones, sin poder dar señales de vida, su verdadero problema era el alimentarse.


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