Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн
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El puesto central del Cuerpo de Ejército se emplazó en un chalet de las afueras de Teruel, en la parte alta a la altura del viaducto y la 68 División en otro chalet contiguo, separado por una calle estrecha. Esta calle estaba batida por el enemigo y por lo que supusimos había un excelente tirador, que bien pudiera estar en la torre de la iglesia de San Martín. En cuanto alguien cruzaba la calle disparaba y era temible el pasar de un puesto de mando al otro. Llegó a dar blanco y herir a un soldado y al día siguiente a un sargento. Dio la casualidad que yo había pasado la calle hacía dos o tres minutos. El comandante Trigueros decidió situar en este sitio una pieza de artillería con sacos terreros de protección y, con disparos de obús, se consiguió neutralizar al tirador de la torre que quedó destrozada.
Descongestionados los exteriores de Teruel, nuestra División ocupó posicionalmente el sector de la línea férrea minera de Ojos Negros, a la altura de la caseta de peones camineros del kilómetro 5.