Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн
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Del 1 al 5 de enero se recuperó el terreno perdido con la colaboración de la II Brigada Internacional de Walter, que eran fuerzas de refresco. Mi División pasó como unidad de reserva al sector Corbalán-Tortajada. En este momento mi capitán es ascendido a comandante, por su eficiente actuación en la ofensiva, al frente de la red de Transmisiones de la División. Me sentí muy ufano de este ascenso ya que en suma yo era su ayudante. El día 7 se rinde el Gobierno Militar y el 8 el Seminario, que era el último reducto de la defensa de Teruel.
El comandante Ródenas y yo teníamos mucho interés por conocer el emplazamiento de la emisora que había funcionado en el interior del Seminario y que hacía unos días que había dejado de funcionar. Nosotros habíamos colaborado con la artillería para darles la probable situación de la emisora por medio de tres aparatos para la localización de sonidos, que nos daban su emplazamiento en uno de los ángulos de los sótanos del Seminario. Por ello, y junto al comisario Herranz, fuimos de los primeros combatientes republicanos que penetramos en el edificio. El relato que sigue a continuación constituye el episodio que más me impresionó en el transcurso de la guerra. Sin duda ese día, lo de humano que uno lleva consigo se rebeló contra el enfrentamiento entre hermanos.